ÁRBOL DEL PARQUE Bajo tus ramas vuelvo a cobijarme, árbol del parque. Bajo tus hojas recién amanecidas a la luz de la primavera. Bajo tus ramas y tus hojas recibiré tu sombra como leve caricia del pasado. Un tiempo me alejé de ti, árbol del parque, porque en el contraluz de las hojas y el fulgor del estío jamás veía el rostro de mi madre. Siempre eras tú el alto en el camino, el reposo y la mirada antes de llegar a casa. Ahora vuelven de nuevo a ser cobijo tus ramas y tus hojas, cuando baje la vista mis pupilas serán brillantes zarpas que hozarán en la luz hasta encontrar el rostro de mi madre.