Tras despedirse de la luna el líquido cayó sobre los cuerpos, los montes, los tejados, atravesó desagües, fundó ríos, estableció fronteras, regó plantas,
soñó sobre las copas de los árboles, improvisó reflejos en estanques, se divirtió en jabón, robó la sed, lavó pacientemente la ropa de los hombres, bautizó niños, se secó, tiritó en hielo, sintió temor en las cazuelas.
Y para descansar de sus trabajos y sus días se desnudó en el mar.