Descripción
Mis ojos atraviesan las ventanas del ayer.
No espero nada.
El dolor al dolor regresa
y mi destino trae calcio en las manos.
Aquella fue la semilla de la vida
y estos son sus frutos.
El dolor al dolor regresa
y el mar ha arrojado
a los tiburones mi destino.
Sólo la justicia del arpón
restablece el equilibrio.