El barrio de Lavapiés al clarear la mañana el silencio lo adormece colgado de las ventanas. La luz del amanecer abrillanta las aceras con su lengua de hojalata. Las calles de Lavapiés son estrechas y empinadas, añoran al Manzanares como a quien le falta el aire. Los habitantes del barrio tienen los ojos oscuros y la sonrisa de plata. El barrio de Lavapiés es un mundo sin fronteras. Las calles de Lavapiés ocultan en sus portales el corazón de la noche.